Nos empeñamos en apoyar al fútbol como nuestro deporte nacional, con efímeras infidelidades temporales con el baloncesto, el tenis o la fórmula uno, pero sólo cuando ganamos...
¿Y qué pasa con el Fútbol Sala?
Tenemos la mejor liga del planeta; nuestros equipos ganan la Intercontinental los últimos tres años seguidos, la Uefa, etc... la selección es la actual campeona de Europa, la actual campeona del mundo dos ediciones seguidas, desbancando la supremacía brasileña, y aún así, seguimos encegados con el fútbol.
Es extraño. El fútbol sala ni es lo mismo que el fútbol, ni es el hermano pequeño del fútbol, ni es futbito, ni es futbol 7, ni es futbolito... es FUTBOL SALA.
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